José Luis Guerin es uno de esos directores españoles que no hacen un cine convencional, aporta una visión original y fresca fuera de todo convencionalismo es donde se mezcla el cine de ficción con el cine documental. Hace una cine muy personal que se basa en una punto de vista poco compartido de lo que es el séptimo arte. Guest no es una excepción y como si de un diario visual se tratara nos va narrando un año en su vida, un año en donde se pasa presentando por todo el mundo su anterior trabajo. En un principio parece que nos va a enseñar los entresijos de la promoción de las películas, el mundo más comercial del cine, en donde los directores y actores se tienen que preparar para enfrentarase a la prensa y al público para “vender” mejor sus películas.
La película empieza en el festival de Venecia y vemos cómo se prepara todo para la gala de inauguración, como el director y las dos protagonistas de su película se arreglan en la habitación del hotel para acudir al pase de prensa y hablar con los periodistas; pero el mundo del cine es lo que menos le interesa retratar y posa su mirada hacia las gentes más humildes de los países que visita, gente especial que le aportan algo, personas que le llaman la atención. De forma involuntaria se producen muchas situaciones cómicas que llevan a la risa sino a la perplejidad y al desconcierto. Uno no se puede imaginar la gran cantidad de predicadores que puede haber, gente que habla en nombre de dios y que se preocupa por nuestra salvación. Gente que habla de la situación política, social, económica de su país, gente que discute porque tiene distintas opiniones enfrentadas. Pero también lugares, hermosas vistas que nos enseñan sitios a los que no hemos ido y que él como visitante privilegiado puede ir y conocer.
Guest no tiene una historia más allá de la anécdota del viaje, ni una estructura, tan sólo unas indicaciones espacio temporales que nos dice dónde y cuándo se encuentra el director. Lo que da unidad a la película es la sucesión de imágenes tremendamente hermosas, inspiradoras y sugerentes. Esta película puede ser una experiencia en donde lo mejor es dejarse llevar por las imágenes y seguir el recorrido que el director nos va marcando. A mí me ha gustado, aunque entiendo que haya gente que le resulte algo aburrida y sin sentido. Una de las pegas que le pondría es su duración, llega un momento también en el que resulta algo aburrida y creo que si le hubieran recortado una media hora se haría bastante más llevadera y podría llegar a un mayor número de gente dispuesta a ver otro tipo de cine al que estamos acostumbrados a ver en las carteleras. Una película que recomiendo desde este blog
Guest se estrena el 25 de marzo
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