Marilyn Monroe fue una gran
actriz que a pesar de que muchos creían conocerla llevó una vida desconocida. Con una tristeza y unas inseguridades que la acompañaron siempre,
un halo de misterio y una muerte tan repentina y rodeada de secretos se convirtió en un mito del cine y del arte; una estrella que a
pesar de los años no ha perdido su brillo. En 1957 viajó a Inglaterra en
compañía de su marido el dramaturgo Arthur Millar para protagonizar junto a Sir
Laurence Olivier la que acabaría convirtiéndose en El príncipe y la corista. Si
ella buscaba que se le tomara en serio en la profesión, el ya era un actor
consagrado y buscaba parte de la fama que ella tenía. El encuentro entre ambos
fue complicado, tal y como refleja la película y en un principio no hubo una
buena relación entre ellos. La aparente seguridad de Marilyn es tan sólo una
apariencia, algo falso en el que se esconden miedos, inseguridades y una gran
falta de cariño y de atención. De lo que se desprende es que esta no fue la
gran película que los dos buscaban para dar un giro a sus carreras, pero a cada
uno le sirvió de revulsivo para cambiar y dar luego lo mejor de si.
La historia basada en una novela
escrita por uno de los ayudantes del director cuenta además el breve idilio que
tuvo con la actriz. El, un apasionado del cine, que busca por todos los medios
meter un pie en la industria y trabajar en lo que más le gusta. Su capacidad de
comprender a Marilyn y de ver más allá de la estrella a la que todos admiran,
le hace ganar su cariño, aunque la inconsistencia y el hecho de que esté casada
hace que esa relación tenga fecha de caducidad. La película nos acerca a una
Marilyn que muchos no conocíamos, con detalles novedosos que pueden aportar
cierta luz a su vida y a su trágica muerte. Era un ser sensible lleno de
complejos que estaba rodeado de gente que la quería pero no por lo que ella era
sino por lo que representaba, no amaban
a la persona, sólo a la mascara y eso no hacía más que hundirla. El
director, Simon Curtis, habitual realizador de series de televisión, consigue
un retrato más amplio de la actriz que gustará a aquellos a los que nos
sentimos fascinados por ella.
La elección de Kenneth Branagh
para interpretar al actor y director inglés es de lo más acertada pues ambos
tienen muchos puntos en común. Ambos tienen una gran tradición teatral muy
pegada a la obra de Shakespeare, al que han adaptado en cine en varias
ocasiones, famosas son las dos versiones que cada uno ha hecho de Hamlet, cada
una de ellas con su propio estilo. La actriz elegida para interpretar a la
protagonista es Michelle Williams que consigue encarnar al personaje y se
postula como una dura rival a la dama de hierro en la pugna por los premios
Oscar. También destacar el breve papel de Emma Watson en su primer personaje
fuera de la saga de Harry Potter.
Título Original: My week with Marilyn
Director: Simon Curtis
Guión: Adrian Hodges basado en la novela de Colin Clark
Protagonistas: Michelle Williams (Marilyn Monroe), Eddie Redmayne (Colin Clark), Julia Ormond (Vivian Leigh), Kenneth Branagh (Sir Laurence Olivier)
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