Axiomas: Crítica: Extraterrestre de Nacho Vigalondo

Si en Los cronocrímenes, Vigalondo aportaba una visión original y nueva en una historia de ciencia ficción con viajes a través del tiempo, ahora con Extraterrestre cuenta una historia de amor en tono de comedia con una invasión alienígena de trasfondo que no dejará indiferente a nadie. Tras una noche de excesos y de alcohol, Julio se despierta en la cama de Julia y ninguno sabe lo que ha pasado. Ni Carlos, el novio de Julia ni Angel, el vecino cotilla que la ama de una forma no tan secreta, se lo pondrán fácil pero lo que menos se esperan es que en el cielo de Madrid haya una gigantesca nave espacial y que fuera se está fraguando una guerra en la que ya hay montada hasta una resistencia en contra de los invasores. El guión es una maquinaria perfecta que funciona, como buena comedia que es, con sus equívocos, confusiones y engaños que provocan la risa del espectador. Una comedia de enredos con una gran tradición en cine y teatro pero con un fenómeno de ciencia ficción integrado que no le resta ningún tipo de credibilidad a una historia que saca lo mejor de los actores. Aunque tengan trayectorias distintas, los cinco personajes que aparecen ligan muy bien y saben compenetrarse. Mientras veía la película no paraba de acordaba de una imagen de El triunfo de la muerte del pintor flamenco Pieter Bruehel el Viejo, que se puede ver en el museo de El Prado, en el que en un escenario apocalíptico y terrorífico hay una pareja de enamorados ajenos a todo lo que está pasando. Y es que los personajes a pesar de que su mundo se está desmoronando lo que más les preocupa no es salvar a la humanidad sino por preocuparse de sus asuntos personales y amorosos, aunque quizás empezando por uno mismo y por las personas que tenemos más cerca y nos importan se consiga salvar a la humanidad, o dicho de otro modo, ir de lo pequeño y cercano a lo grande.

Ha sido una sorpresa la pareja protagonista, a Michelle Jenner ya la conocemos por series como Los hombres de Paco y algún programa que presentó en los inicios de la sexta pero Julián Villagrán, todavía no es muy conocido, pero lo será. Dentro de poco lo veremos junto a Mario Casas y Antonio de la Torre en Grupo 7 y también en Ali. En el 2010 estuvo representando junto a Fernando Tejero la obra Piedras en los bolsillos. Uno de los motivos por los que más me apetecía ver esta película era por ver la actuación de Carlos Areces. En la película de Alex de la Iglesia, Balada triste de trompeta, me dejó profundamente impactado y quería saber si eso tan sólo había sido un espejismo o estamos delante de un gran actor. Por suerte, las expectativas no han sido defraudadas y estamos ante un gran talento. Terminan el reparto Raúl Cimas y Miguel Noguera. Cimas es otro de los actores que han salido de Muchachada Nui. Su carrera está desarrollada sobre todo en televisión, en series como la reciente Museo Coconut o la fugaz La isla de los nominados. De Noguera poco puedo decir porque ni le conozco ni sé qué hace pero en la película hace un papel de cierta relevancia y está bastante bien.

El artífice de todo esto es una persona que demuestra su pasión por el cine y por contar historias, por comunicarse ya sea en el cine mediante sus largos y sus cortos, en los trash entre amigos o en su cuenta del twitter. Cualquier sitio es bueno para escucharle y prestar atención a lo que dice porque seguro que merecerá la pena. Ha hecho de la falta de medios una virtud y con cinco actores y prácticamente un solo decorado ha rodado una de las grandes películas de este año. No quería olvidarme de mencionar al compositor de la banda sonora, Jorge Magaz que hace un trabajo espléndido y que en el pasado Festival de Series dio una de las charlas más interesantes acerca de la música y su relación con el audiovisual.