Si algo se puede decir de Sacha
Baron Cohen es que se involucra completamente con las películas que hace hasta
llegar a desaparece y que sea el personaje el que tome el control y El dictador
no es una excepción. Con el mismo director con el que rodó Borat y Bruno,
cuenta la historia de un dictador de un país musulmán, empieza contando su vida y sus circunstancias y la forma en la que llegó al poder como si se tratase de un reportaje de televisión para contar cuando se ve obligado a dar
un discurso en la sede de la ONU para calmar los ánimos y que le dejan
tranquilo y todo lo que le sucede una vez que llega a EEUU. Como en otras ocasiones El dictador es una mezcla de falso
documental y comedia gamberra y con toques escatológicos y sexuales que lleva
las situaciones al límite. Las historias son bastante bestias y especialmente
porque a veces es muy fina la linea que separa la realidad de la ficción, lo
que es una improvisación de lo que está preparado, como cuando en el rodaje de
Bruno se coló en un desfile de Agatha Ruiz de la Prada ante el desconcierto de
la gente que había acudido allí y que no sabía qué estaba pasando ni porque un
señor con unas pintas tan raras se había colado en la pasarela. Las
caracterizaciones y la transformación física que sufre el actor, que lo hacen
irreconocible le dan verosimilitud a la historia a pesar de que en muchos casos
es estrambótica y te deja con perplejidad.
Una de las cosas que diferencia
al Dictador de otras películas es que en esta no hay tanto abuso del gag y se
profundiza más en la historia y en los personajes. No es por lo tanto la más
divertida ni la que más risas provoca pero creo que es la mejor de todas porque
no se limita a pretender ser graciosa sino que en la medida de lo posible
aborda temas en su línea que tienen que ver con temas actuales como son el
deterioro de la democracia, el racismo o la intolerancia. Nos lleva por caminos
hasta ahora no explorados y da una nueva dimensión a la película. No sólo se
trata de entretener sino de provocar una reflexión en el espectador. Sacha Barón
Cohen demuestra su talento tanto delante de la pantalla como detrás en el papel
de guionista y productor. El no está sólo y son muchos los actores que le
arropan, desde una irreconocible Anna Faris a la que hemos visto en películas
como la saga de Scary Movie o Una conejita en el campus que da vida a una feminista
que regenta una tienda de agricultura ecológica y que será el contrapunto al
personaje de Sacha Baron Cohen, o Ben Kingsley como el tío que trama oscuros
planes contra nuestro protagonista, sin olvidarnos de varios cameos como el de
Megan Fox interpretándose a si misma.
Ha sacrificado parte de su humor
por dar cierta profundidad y lanzar un mensaje. Muy recomendable.
El Dictador se estrena el 13 de Julio
Terminará haciendo películas serias con actrices fetiches y aburriendo a las ovejas como Almodóvar o Woody Allen. Es la ley no escrita del actor-director cómico de humor personal.
ResponderEliminarComo siempre una crítica lúcida y sincera, sin caer en el tópico fácil o la generalización mas descarada que indefectiblemente se encuentra en la mayoría de los autodenominados "críticos profesionales".
ResponderEliminarNo entraba en mis planes ver esta película, vi "Borat" y no me gustó demasiado, pero te haré caso.
Saludos!