martes, 26 de marzo de 2013

Crítica: G.I. Joe: Venganza de Jon Chu




Título original: G.I. Joe: Retaliation Director: Jon Chu Guionista: Rhett Reese, Paul Wernick Música: Henry Jackman Fotografía: Stephen F. Windon Interpretes: Channing Tatum, Ray Park, Lee Byun-Hun, Dwayne "The Rock" Johnson, Bruce Willis, Elodie Yung, Adrianne Palicki, Joseph Mazello, D.J. Cotrona, Ray Stevenson, Arnold Vosloo, RZA, Walton Goggins, Jonathan Pryce Fecha de estreno: 27 de marzo de 2013


Si hubiese que describir con una palabra "G.I. Joe: Venganza", sería entretenida. Ni más ni menos. Y es que la película no busca nada más allá del entretenimiento con una sobredosis de explosiones, disparos y destrucción. Ni siquiera hace falta ver la primera parte, ya que parece una película aislada de la anterior, con la que sólo comparte título y algunos personajes. De hecho, al comienzo de la película se nos muestra una presentación vaga de los personajes, de todos y cada uno de ellos, mediante unas fichas digitales que nos dan datos sobre ellos, ya sean los buenos o los malos. Los buenos muy buenos, y los malos… ridículamente malos. En "G.I. Joe: Venganza" no encontraréis ningún tipo de evolución de los personajes ni la historia, ya que desde el principio queda claro que los muñecos personajes están ahí para salvar/destruir el mundo, y nada más. Ah, y para soltar de vez en cuando alguna frase ingeniosa con la que hacer reír al público, aunque a veces no pasa de lo infantil y queda incluso fuera de lugar entre tanta acción. Con el guión… han ido a lo fácil, no arriesgando lo más mínimo. Todo está lleno de frases ya oídas, personajes ya conocidos y lugares ya vistos, nada nuevo. Una pena que no se tome un poco más en serio a sí misma, ya que podría haber salido, con un poco más de trabajo, una película un poco más madura. Pero claro, trata sobre unos juguetes, habría sido pedir demasiado. Eso sí, hay que admitir que para lo que está concebida, cumple su trabajo: entretener.


Técnicamente la película es más que correcta en todos los sentidos: el sonido es tremendamente envolvente, sumergiéndonos en medio de los disparos (y con ayuda de las 3D haciéndonos creer que alguno de ellos viene hacia nosotros) y explosiones. Los efectos especiales son los típicos de una producción de este calibre: brutales. Todos son visualmente impactantes, tanto los físicos como los digitales, pero si hay que destacar uno sería la destrucción de Londres. Si ya en el tráiler impresiona, verla en pantalla grande es mil veces mejor y deja al espectador con la boca abierta. El director, Jon Chu, dirige con soltura las escenas de acción, revelándose como uno de los futuros directores a tener en cuenta por los productores de blockbuster. El montaje es en ocasiones demasiado rápido, haciendo que nos perdamos y no sepamos quién está pateando la boca a quién, pero… ¿acaso importa? Otro tema que ha dado que hablar son las 3D, hechas en postproducción. Para no haber sido rodada en ese formato, están muy bien conseguidas en algunas escenas. Sobre todo en las explosiones y tiroteos, que aprovechan para lanzarnos cascotes, chispas, metralla y demás a la cara. En definitiva, una película que los amantes del cine de acción no deben perderse, ya que acción es lo que recibirán.

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