sábado, 9 de marzo de 2013

Muestra SyFy: Crítica de Oz, un mundo de fantasía de Sam Raimi


 

Título original: Oz the great and powerful Director: Sam Raimi Guionista: Pedro Mitchell Kapner, David Lindsay-Abaire (Novela: L. Frank Baum) Música: Danny Elfman Fotografía: Peter Deming Interpretes: James Franco, Mila Kunis, Rachel Weisz, Michelle Williams, Abigail Spencer, Zach Braff, Joey King, Bill Cobbs, Stephen R. Hart, Martin Klebba, Tony Cox, Otis Winston, Bruce Campbell, Ted Raimi, Tim Holmes, Toni Wynne, Rob Crites, John Paxton, William Dick Distribuidora: Walt Disney Fecha de estreno: 8 de marzo de 2013


Para inaugurar la décima muestra de cine SyFy se ha decidido por la última película de Sam Raimi, Oz un mundo de fantasía. Volvemos pero ya sin Dorothy y tampoco a los amigos que allí conoce como el león sin valor, el hombre de hojalata o el espantapájaros. La historia que nos contaba Víctor Fleming en su película era tan solo una de las que L. Frank Baum escribió ambientadas en tan mágicas tierras. La trama de esta historia es cómo un mago de barracas logra llegar a Oz y cómo se convierte en el poderoso y gran mago. Aunque sabe cómo acaba la historia, lo importante de esta película es el viaje tanto físico como emocional que hace el personaje interpretado por James Franco. Como en el clásico del 39, Oz empieza en las tierras de Kansas y en blanco y negro, en realidad más bien en sepia, en dónde vemos como Oz tiene más de engaño que de magia y cómo se dedica a conquistar a las jovencitas pueblerinas que creen todas sus tonterías. Ya desde el primer momento la película deja bien claro sus intenciones de no tomarse demasiado en serio y que es sobre todo una comedia. James Franco es cómo nos presenta a un personaje que es un impostor con bastante suerte que consigue engañar a todos, y lo hace tan bien que hasta el casi se cree sus propias mentiras. Como a Dorothy, es un tornado el que le lleva a las lejanas tierras de Oz en donde se encontrará con una de las tres brujas de la historia que lo tomará por el mago que según una antigua profecía es el encargado de salvarles de la malvada bruja que tiene a todos aterrorizados.


La película funciona mejor como una parodia que como una película que se toma demasiado en serio, te ríes y pasas un buen momento pero en ningún caso perdurará en la memoria de la gente como el clásico de Judy Garland. Oz es llevado junto a la otra de las hermanas brujas para encomendarle la misión de acabar con la tercera hermana y proclamarse rey y quedarse con una gran fortuna de oro. Es cobarde, pero también codicioso, así que acepta la misión. Los dos compañeros que tendrá de viaje son un mono volador que se supone que es el que aporta la comicidad aunque estoy de acuerdo con Banaca en que es más pesado que el burro de Shreck y luego una tierna muñeca de porcelana que despierta su lado más protector. Por cuestiones de derechos hay elementos icónicos que en esta historia no se han podido mostrar como los chapines rojos de diamantes o la ciudad esmeralda como en la anterior película, aunque sí que está el camino de baldosas amarillas y la malvada bruja de color verde. Es cierto que el 3D es bastante bueno, y que la recreación de Oz es espectacular, en muchos momentos muy buena, pero todo queda en un artificio vacío que se salva en parte por un mago de Oz divertido y socarrón. Entretenida y poco más. 

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