Título original: Evil Dead Director: Fede Álvarez Guionista:
Diablo Cody, Sam Raimi, Fede Alvarez, Rodo Sayagues Mendez Música:
Roque Baños Fotografía: Aaron Morton Interpretes: Jane Levy,
Shiloh Fernandez, Lou Taylor Pucci, Elizabeth Blackmore, Jessica Lucas Fecha
de estreno: 5 de abril de 2013
Tengo que confesar que no he
visto la original de Sam Raimi, así
que me enfrenté a esta película prácticamente sin saber de qué me iba a
encontrar, conociendo parcialmente el argumento y tan sólo después de algún
comentario de un par de blogueros que ya la había visto. La película va de unos
jóvenes que se reúnen en una cabaña en el bosque para ayudar a una de ellas,
Mia, a superar un problema de adicción a las drogas. No es precisamente un plan
de diversión como en la película de Drew Goddard Cabin in the Woods. Otro de
los conflictos que se plantean al principio es de dos hermanos, Mia y David que
buscan un reencuentro después de que ella se tuviera que quedar cuidando a una
madre con graves problemas psicológicos y que acaba muriendo en un
psiquiátrico. En un ambiente de reencuentros y reproches llega la parte
sobrenatural. Y es que, los protagonistas no son muy espabilados que digamos y
en el sótano de la cabaña se encuentran lo que parece que ha habido un ritual
de tintes satánicos y a uno de ellos no se le ocurre otra cosa que coger un
libro fuertemente protegido e ignorando las advertencias de que es algo
diabólico, acaba desatando una fuerza maligna que nutre de las almas de
aquellos que tiene cerca y que puede provocar el inicio del Apocalipsis.
Es cierto que es una película
violenta y con muchas escenas gore llenas de sangre y carne desagarrada, pero
el director también busca crear imágenes hermosas, una calma antes de la
tormenta de sangre que se ve reforzada por una muy buena música compuesta por
el español Roque Baños, que ha escrito las mejores bandas sonoras de nuestro
cine como Celda 211, Los crímenes de Oxford o El otro lado de la cama. No es
ese sentido como las películas de Alexandre Aja (Las colinas tienen ojos,
Piraña 3D…) que desde el primer minuto un feísmo y provocar casi una reacción
de rechazo antes unas imágenes claramente desagradables en todos los sentidos,
y no es que esta película esconda la brutalidad pues nos muestra en primer
plano huesos rotos, carne quemada y desagarrada, cortes y mucha sangre pero lo
hace con más estilo. Ahora con la moda de estrenar prácticamente todas las
películas en 3D se agradece y mucho que esta sea como siempre en 2D y es que
con la cantidad de metralla, cuchillos y otro tipo de armas, además de la
cantidad de sangre que salpica la pantalla el sobresalto del espectador hubiese
durado prácticamente la hora y media que dura la película. Ya es
suficientemente emocionante como para añadirle más.
El director al que le asignaron
la complicada tarea de renovar esta historia de terror es Fede Alvarez, un
joven director uruguayo cuya filmografía está compuesta por un buen puñado de
cortometrajes entre los que destaca Ataque de pánico. A Sam Raimi le gustó
tanto que fue lo que hizo que se decidiera a entregarle este proyecto a alguien
que no había dirigido hasta el momento un largo. Es un buen debut con la
dificultad que supone actualizar una película como esta, aunque tener el
respaldo del director y protagonistas de la original también ayuda. Iba con
unas expectativas no demasiado altas y esperaba casi una orgía de sangre sin
sentido y me he encontrado con una historia de terror bien hecha y bien rodada
que en el fondo esconde una interesante reflexión sobre la verdadera amistad y
sobre la familia.
Ficha en SensaCine
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