Lavapies ha pasado de ser uno de
los barrios más castizos de Madrid a convertirse en un lugar en donde conviven
los madrileños de toda la vida con vecinos que vienen de otros países en busca
de un futuro mejor para ellos y sus familias. En un barrio en donde cabe todo
un mundo, gentes venidas de culturas muy distintas y con distintas clases
sociales. En una misma calle puedes encontrar áticos de diseño a pisos patera.
Todo esto le sirve a Ramón Luque como escenario para su nueva película después
de las comedias El proyecto Manhattan y Hollywood. Lavapies es un barrio que
conoce bastante bien, ha vivido allí durante más de cinco años y aunque se haya
mudado sigue viviendo cerca.
La película cuenta a Guillermo
Toledo, Sandra Collantes y Rafael Reaño como los protagonistas. Toledo
interpreta a Ernesto, profesor que vuelve al barrio a trabajar tras un año
sabático. Su personaje es sobre el que giran todas las historias, historias
sencillas de gente corriente que viven en este barrio. En el colegio tendrá a
Amanda como compañera que da las clases de inglés y que tiene la convicción de
que los profesores no sólo tienen que dar una educación académica. La película
no es ajena a la situación actual de la educación y estarán presentes las
dificultes que tienen los profesores para hacer su trabajo con los recortes y
la falta de recursos y con la masificación de alumnos en las aulas. Ya ha
terminado el rodaje y aún queda un largo trabajo de montaje y postproducción
para que en unos meses podamos verla. Se presentará en varios festivales y
esperan que se puedan estrenar en salas comerciales.
Estamos en un momento complicado
para sacar adelante proyectos y esta película está hecha mediante una
cooperativa en donde participan todo el equipo de la película, desde los actores
hasta el equipo técnico. Se ha hecho con un presupuesto muy ajustado entre
otras cosas reduciendo los días de rodaje. Si el tiempo medio es de un mes para
esta ocasión han tenido que hacerlo en tan sólo 13 jornadas. Como bien dice Ramón
García del Pomar, uno de los actores, se trata de una situación de emergencia
en la que se sacan las películas con mucho esfuerzo y de forma bastante
precaria, no se puede seguir esta situación por mucho tiempo. Apelan a la
necesidad de un nuevo modelo de financiación para que se puedan seguir haciendo
películas y garantizar que todos puedan vivir de su trabajo.
Pudimos acudir a la última
jornada de rodaje en la galería de arte Espacio 8 en la calle Santa Ana en
donde se rodaba una de las primeras escenas de la película en la que
participaban Guillermo Toledo, Rafael Reaño y Ana Fernandez, a la que veremos
en Bloody West de Manuel M. Velasco, que tiene un pequeño papel como dueña de
la galería. Además de asistir a esa jornada de trabajo pudimos hablar con el
director Ramón Luque y con el protagonista Guillermo Toledo. Esa entrevista la podreis leer muy pronto.
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