Viendo Monuments Men me he
acordado de La hora de los valientes en la que un grupo de personas durante la
guerra civil española hacía todo lo posible para salvar uno de los
autorretratos de Goya. Las películas de George Clooney y de Antonio Mercero no
pueden ser más diferentes pero tienen un punto de unión y es por un lado cómo
los autoritarismos atacan ya sea eliminando físicamente a la población sino ese
deseo de apoderarse de todo porque nada les es suficiente y por otro lado esa
visión del arte como patrimonio material de la humanidad. Un cuadro, un retablo
o una escultura no sólo es un lienzo, una tabla pintada o un trozo de mármol
esculpido, es como dice el personaje de Clooney “la historia y la expresión de
los logros del hombre”. Al hacer desaparecer todas esas obras de arte se nos
priva en parte de nuestra esencia, de nuestra historia y de lo que somos. No se
trata, por lo tanto de una visión elitista del arte, sino más bien todo lo
contrario, del arte como algo que nos pertenece a todos y que está íntimamente
relacionado con nuestro pasado y con nuestro presente porque debe de ser
nuestro legado para las generaciones futuras. Para Hitler era muy importante el
arte, hay que pensar que una de sus mayores frustraciones era no haber entrado
en la academia de arte pues se les consideraba como un pintor mediocre, así que
arrebatar obras maestras de la pintura y destruirlas era una forma de vengarse
de lo que el mundo le había negado.
La película se nos presenta como
un relato de aventuras en donde Clooney se reserva el papel protagonista, dando
vida al jefe de un grupo formado por expertos de arte, que a finales de la
segunda guerra mundial se les encarga la misión de salvar todas las obras de
arte posibles ante el temor de que los alemanes al ver la guerra perdida
decidan arrasar con todo. La búsqueda les llevará por Francia, Italia, Bélgica
y finalmente Alemania en la búsqueda de todas las piezas robadas por los nazis
que tenían como destino final la ciudad natal de Hitler en donde pensaba
construir un gran museo en su propio honor. La tarea de estos hombres no es muy
bien comprendida, no son soldados al uso pero se meten en medio del campo de
batalla arriesgando sus vidas por algo que muchos no le dan valor. ¿Merece la
pena arriesgar la vida de un hombre por salvar una escultura de Miguel Angel?
En la película lo tienen muy claro, las personas somos contingentes pero el
arte es insustituible y quienes se dedican a salvarlo son tan héroes como los
soldados que desembarcaron en Normandía y terminaron con la segunda guerra
mundial y el horror nazi; aunque su historia no se haya conocido hasta hace
poco. Para los personajes protagonistas Clooney se reúne de los mejores actores
y de la mejor actriz que hay en el cine actual. Un gran reparto que hace un
poco más grande una de las películas más interesantes vista este año. No
entiendo muy bien tantas críticas a esta película que nos ofrece una película
que va más allá del entretenimiento, que cuenta con una gran historia, unos
personajes sólidos, una narración coherente y un mensaje que comparto bastante.
Muy recomendable.
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