miércoles, 27 de agosto de 2014

Crítica: Amigos de más, de Michael Dowse


¿Qué pasaría si, de repente, un chico se enamorase de su mejor amiga? Ésa es la premisa principal de 'Amigos de más', la nueva comedia romántica indie de Michael Dowse, director de 'Llévame a casa, nena' o 'Goon' entre otras.


Partiendo de esa premisa, Michael Dowse nos presenta unos personajes un tanto variopintos: Wallace -interpretado por Daniel Radcliffe-, el típico chico depresivo y con el corazón roto; Chantry -Zoe Kazan-, la típica chica de la que se enamoran los típicos chicos depresivos y con el corazón roto en una fiesta. El guión, una adaptación de Elan Mastai sobre la obra de T.J. Dawe y Michael Rinaldi, intenta jugar con el tópico, pero siempre alejándose el máximo posible para evitarlo. El problema es que no se aleja lo demasiado e irremediablemente acabamos viendo situaciones tópicas de la amistad de Wallace y Chantry. Muchas de estas situaciones son previsibles y tenemos la sensación de haberlas visto antes en unas cuantas películas, lo que nos lleva a que desde el minuto uno el espectador se huele lo que va a pasar durante los noventa y ocho minutos restantes. Michael Dowse no nos da nada nuevo, y tampoco nada mejor. Ahí está el principal fallo, ya que, por ejemplo, '(500) Días juntos' no nos daba tampoco nada nuevo respecto a relaciones sentimentales, pero su estructura sí que nos lo daba. Esa frescura es lo que se echa de menos en 'Amigos de más'. A pesar de todo esto, el guión tiene un punto a favor: el humor. Inteligente a ratos, más básico otras veces, nos hace reír sin poder evitarlo. Algunas situaciones son de lo más hilarantes, y hará que todos los espectadores se rían al unísono en la sala de cine. También juega a su favor que controla bastante bien las emociones, y sabe cuándo emocionarnos, cuándo hacernos reír y cuándo tenernos en relativa tensión.
Michael Dowse es un director eficiente, y saca el máximo partido de sus actores. Vale, trabajar con Zoe Kazan tiene que ser fácil, y dándole el personaje adecuado la película está medio resuelta por su infinita carisma, pero eso no le quita méritos a la hora de dirigir a la actriz. El resto del reparto está a la altura de los protagonistas, incluso algunos secundarios acaban superándoles. Es el caso de Adam Driver, que cada vez que aparece en pantalla empequeñece la labor de Daniel Radcliffe. No es que me haya olvidado de nuestro mago favorito, no, es que quería dejarlo para el final. Daniel Radcliffe es un actor limitado -muy limitado, de hecho- que más allá de Harry Potter pierde casi todo su encanto, pero he de romper una lanza a su favor, ya que Radcliffe se esfuerza más que muchos de los actores a la hora de dar lo mejor de sí, y eso se agradece. No es con esta película con la que nos medio olvidaremos de que Daniel Radcliffe fue el niño que sobrevivió, pero con todo lo que está trabajando estoy seguro de que algún día no sólo nos acordaremos de él por ese papel.


En definitiva: si te gusta el cine indie y fácil, las canciones indie y situaciones graciosas, 'Amigos de más' es tu película.

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