Margherita Buy, interpretada por
Irene Lorenzi, tiene lo que, a simple vista, podría ser el mejor trabajo del
mundo: viaja por todo el planeta a gastos pagados hospedándose de incógnito en
diferentes hoteles de lujo para luego ponerles nota. Su vida profesional podría
parecer perfecta, sí, pero hay un problema: interfiere de tal manera en su vida
personal que apenas tiene contacto con su familia y amigos.
Maria Sole Tognazzi, hija de Ugo
Tognazzi, nos trae este drama con ciertos toques de humor. 'Viajo sola' es la
típica película ligera que ver al volver de trabajar, o cuando estamos cansados
y no apetece demasiado estrujarse el cerebro. Ésa es una de sus virtudes. Otra
virtud son las preciosas localizaciones, hoteles, resorts y demás con los que
los mortales sólo podemos aspirar -con suerte- a visitar unas pocas veces
durante nuestra vida. Además, los personajes están bien construidos. Pero… ¿qué
le falla? Ritmo, falta de identificación con la protagonista y, en general, que
es muy descafeinada. Por lo que cuenta, y cómo lo cuenta, entiendo que sea una
película lenta, pero se hace pesada. Entre visita y visita a hoteles exóticos
-y durante la estancia en un par de hoteles- pasan ciertas cosas que hacen
avanzar levemente la trama, pero no es suficiente. Esto podría ser no tan
negativo si por lo menos nos sintiésemos más identificados con la protagonista:
a ratos podemos ver algo cotidiano en ella, pero su estilo de vida hace que a
muchos -o casi todos- de nosotros nos resulte algo ajeno y no terminemos de
empatizar con la pobre Margherita Buy. Y repito, esto no sería tan grave si por
lo menos los conflictos fuesen un poco más profundos, ya que se entiende el
conflicto, pero no se ve que la protagonista haga grandes esfuerzos por
solucionarlo. Por lo tanto el dilema -el motor de la película- entre saber compaginar y elegir entre trabajo y familia y amigos queda desdibujado, lastrando la película sin remedio.
Lo mejor de la película es, sin
duda, Irene Lorenzi. Hace lo que puede con un personaje un tanto vago y le da
más carisma de la que presumiblemente tendría sobre el papel. Consigue
conmovernos un par de veces, y conseguirlo teniendo en cuenta lo anterior es
para alabarla. Igual que a Maria Sole Tognazzi, que en cuanto a dirección de
actores y planificación no hay nada que reprochar. Y sé que esto no tiene nada
que ver con ella, pero la dirección de fotografía es exquisita, complementando
un trabajo de dirección artística elegante.
Maria Sole Tognazzi nos trae una
tercera película bastante irregular que dejará frío a más de uno. Es una pena
porque con otro enfoque podría haber sido una muy buena película.
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