Tirando de sentimentalismo para narrar la historia de JB, un agente
deportivo en horas bajas, nos llega 'El chico del millón de dólares', la nueva
película de Disney. Basada en una historia real, todo comienza cuando JB
decide, tras un fracaso profesional, poner en marcha una estrategia para
reflotar su empresa.
JB es superficial, mujeriego y le gusta beber. Atributos perfectos
para una catarsis que comienza cuando, de casualidad, ve un talent show en la
tele y acto seguido cambia a un partido de cricket en India. El protagonista
decide entonces empezar la aventura de montar un reality show, que es su última
oportunidad de triunfar, en el que buscan el pitcher indio perfecto para
aprovechar el posible tirón que tendría este jugador en su país natal. La
primera parte de la película, con JB y un variopinto grupo de compañeros reclutando
participantes, es sin duda lo mejor: vemos la vida en la India, sus costumbres,
su forma de ser… y el director, Craig Gillespie, consigue que lo feo quede
bonito frente al objetivo, que las miserias del país parezcan menos miserias.
Además, tiene un toque cómico que se diluye bastante en la segunda parte en pos
del dramatismo. Porque una vez encontrados a los ganadores del concurso, toca
volver a Estados Unidos y prepararles para la gran prueba en la que los
ojeadores de la liga profesional de beisbol verán si valen para sus equipos.
Como decía antes, esta parte no llega a la altura de la primera, ya que se
pierde parte del humor, la relativa imprevisibilidad y frescura de la primera
para dejar paso al drama y al desarrollo de personajes. Todos crecen de la
manera que esperamos, sin sobresaltos, y con algún momento demasiado emotivo
para lo que requiere la película, en busca de la lágrima fácil. Aún así, la
segunda mitad es entretenida y querremos saber qué pasa con todos y cada uno de
los entrañables personajes y cómo acabará su loca aventura.
Craig Gillespie dirige de manera correcta el film, con una
planificación que bastante genérica pero una dirección de actores más que
decente. Jon Hamm, como protagonista absoluto de la película, da la talla y
aporta profundidad a un personaje algo estereotipado. El resto del reparto, con
los indios Aasif Mandvi, Suraj Sharma y Madhur Mittal, está a la altura,
destacando el trabajo de Allyn Rachel. El director aprovecha la música de
manera muy inteligente, usando canciones del universo Bollywood que todos
conocemos para acercarnos un poco más a ese mundo caótico y fascinante de la
primera parte.
'El chico del millón de dólares' es la película perfecta para ver
cuando el cuerpo pide una ración de optimismo. La disfrutarán mucho los niños,
ya que al fin y al cabo es una película Disney, con todo lo que conlleva.
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