Tras la existosa y sorprendente '[·REC]', de mano de Paco Plaza y
Jaume Balagueró, la llegada de '[·REC]2' era inevitable. Tiempo
después de ser estrenada, Filmax dio la noticia de que aún quedaban dos
entregas más -conocidas con el sobrenombre de 'Génesis' y 'Apocalipsis', esta
vez dirigidas en solitario, y los fans de la saga no pudimos alegrarnos más.
Paco Plaza nos llevó a la boda más caótica del cine, y Jaume Balagueró ha
decidido con su '[·REC]4', sin el 'Apocalipsis' en España, que era
hora de dejar el edificio y meternos en un barco junto a Ángela Vidal.
La secuencia de apertura nos da una idea sobre lo que nos
encontraremos en '[·REC]4': acción, sobresaltos y violencia. Este
cambio de aires, dejando atrás el humor friki y gamberro de Paco Plaza, se
agradece muchísimo. Y, aún así, tiene algún toque de humor que hace que la
película no sea extremadamente seria, lo que podría acabar siendo un lastre.
Los infectados -nada de llamarles "zombis"- de esta cuarta parte asustan
de verdad: su forma de moverse y atacar hacen que el miedo traspase la pantalla
y el espectador, además de pasar miedo, empatice con cada personaje al verles
huyendo o defendiéndose. Ése es uno de los mayores aciertos, ya que algunos
personajes -incluso Ángela en algunos momentos- puedrían resultar tan planos que
no despertarían la empatía del espectador. Otros puntos a favor son que
Balagueró ha decidido dejar en un rincón lo peor de la saga: exorcismos y
religión; o que hay tantas situaciones distintas, tensas y entretenidísimas que
es difícil que nos aburramos en ningún momento a pesar de los interminables
pasillos que recorren los supervivientes. A esto ayudan los distintos giros
repartidos a lo largo de la película. Por decir algo negativo es que se pierde
profundidad -la crítica que inundaba las tres anteriores películas- a favor de
la espectacularidad. En ésta los buenos son muy buenos y los malos muy malos.
Jaume Balagueró vuelve a lo que funciona: generar tensión -y algo de
mareo- moviendo la cámara sin control en los momentos en los que debería haber
tensión. Quitando ese pequeño abuso, la planificación es tan potente como sólida
e inteligente. En la dirección de actores también nos encontramos con
altibajos: mientras que Manuela Velasco -protagonista absoluta e indiscutible-
está mejor que nunca, Paco Manzanedo y
Críspulo Cabezas parecen el mismo personaje con distinta carcasa -aunque muy
parecida-. Vale, los dos son militares curtidos y valerosos, pero sus
actuaciones son casi iguales, incluso sus voces suenan parecidas. Si lo que
Balagueró buscaba era eso, se habría solucionado escogiendo a un actor rubio,
por poner un ejemplo. El resto del reparto está notable, con alguna excepción
que sobresale de la media, como Emilio Buale, Ismael Fritschi o María Alfonsa
Rosso. Ellos, sus personajes, le dan vida a la película más allá de los
científicos o los militares cuadriculados.
Sin duda, los fans de '[·REC]' tienen un encuentro final con la mejor
saga del cine español, al igual que a la gente que le guste el cine de
zombis/infectados, o simplemente a los que le guste pasar miedo en el cine.
Porque '[·REC]4' es una muy buena fiesta en la que no faltarán los
fuegos artificiales, un muy buen cierre
y un muy buen entretenimiento.
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