Los cuentos
infantiles han servido como forma de entretener a los niños con historias
terribles y tenebrosas que les servían de guías morales y de conducta, hay que
portarse bien, obedecer las normas, hacer todo lo que nos digan nuestros padres
porque sino las consecuencias pueden ser poco deseables. El mal siempre está al
acecho y hay que estar siempre alerta. Estas historias han tenido diferentes
versiones y la visión que se ha consolidado es la de Disney que eliminaba al
máximo todo elemento maligno y con una visión bastante ingenua. Últimamente ha
habido una gran cantidad de nuevas visiones tanto en cine como en televisión
que aportaban otros puntos de vista. La que nos llega ahora parte de un musical
que aunque se estrenó en 1987 han decidido que este era el mejor momento para
llevarlo al cine. Con música y canciones de Stephen Sondheim, creador de otros
musicales como West Side Story o Sweeney Todd hace que no haya dudas en la
calidad del libreto. Reconozco que no conocía el musical pero me ha gustado
mucho el material del que parte y el enfoque con el que se presenta las
historias. Lo original de esta propuesta es que se trata de un musical en el
que se mezclan varias historias que siempre habíamos conocido por separado. Caperucita
roja convive con Jack de las habichuelas mágicas, con cenicienta y Rapunzel.
Incorporan una historia original que es la de un panadero y su mujer cuyo mayor
deseo es el de tener descendencia pero que debido a una maldición de su vecina
la bruja les impide procrear. Los argumentos clásicos se mezclan con esta nueva
historia para dar a algo original. La forma que nos las presentan mantiene la
misma ingenuidad y belleza de las películas de animación clásicas de Disney
pero aparece una veta de humor negro y se cuela también ciertos elementos de
tragedia que nos muestra un mundo más cercano al nuestro.
Además del interés
por la historia y la gran calidad de las canciones, la gran baza con la que
juega Into the Woods es el reparto en el que no hay un personaje que destaque
sobre los otros. La responsabilidad está muy repartida y aunque Meryl Streep
haya conseguido una nominación a los oscars por su personaje de bruja no se
puede decir que sea la que lleva la voz
cantante de la historia. Ella es seguramente una de las que tengan más
experiencia en el campo de los musicales aunque también contamos con la
presencia de Christine Baranski con la que compartieron escenario y canciones
en la versión de Mamma Mía como una de las tres protagonistas y en esta ocasión
da vida a la madrasta de cenicienta que interpreta la actriz de Crepúsculo y Up
in the air, Anna Kendrick. Como príncipe encantador está Chris Pine y con una
pequeña aparición Johnny Depp como el lobo de caperucita. Aunque podrían haber
sido más gamberros y haber dejado a un lado el lado amable de los cuentos
valoro positivamente este cambio en Disney. Esta no es la última vez que vamos
a ver estas historias y en un par de meses se estrenará la historia de
cenicienta dirigida por Kenneth Brannagh El director Rob Marshall ya tiene
experiencia en llevar al cine musicales a la gran pantalla y suyas son las
adaptaciones de Chicago, y Nine que a su vez era una versión de Ocho y medio de
Fellini. Recomendable para a los que les gustan los cuentos de hadas y de las
películas de Disney.
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