¿Nicole Kidman, Colin Firth y Mark Strong juntos en la misma
película? A priori esto es un grandísimo SÍ. Rowan Joffé dirige a estos tres actores en
una película que no está su altura.
La traducción de 'Before I go to sleep' como 'No confíes en
nadie' es la primera muestra de que nos podríamos encontrar ante un telefilm.
Pero ¿cómo van a protagonizar algo así tres actores así? Pues lo hacen, y son
sin duda lo mejor de la película. Nicole Kidman, a pesar de no saber muy bien
en qué película está en ocasiones, levanta el conjunto con la infinita ayuda de
un Colin Firth en plena forma. Como pareja son lo más creíble de la película.
Mark Strong, como terapeuta de Kidman, es la tercera pata de la mesa. Dicho
esto, debo añadir que no dan el cien por cien, no sabemos si por la dirección
de actores, por ser un trabajo de los que hacen por dinero o si es que el guión
no permitía dar más de sí a los actores. Personalmente sospecho que un poco de
cada. 'No confíes en nadie' comienza bien, explicando la premisa y dejando
claras las reglas del juego: cada vez que Christine Lucas (Nicole Kidman) se va
a dormir, su memoria se borra por completo debido a un accidente que sufrió con
veinticinco años. De las explicaciones se encarga su marido, interpretado por
Colin Firth. Desde el comienzo queremos saber más de los personajes: cómo han
llegado donde están y lo que les depara el futuro. Pero al conjunto le hace
falta una cuarta pata que evite que se caiga: a medida que pasan los minutos
nos encontramos con la inevitable y creciente sensación de que estamos ante un
telefilm bien rodado con estrellas internacionales de primera. No hay nada que
haga disminuir esta sensación, ya que todo lo que pasa parece sacado de una
película de las que echan los domingos a las tres de la tarde. Además de esta sensación, también empezamos a
compararla de manera inevitable con la grandiosa 'Memento'. Las comparaciones
son odiosas, y más en este caso en el que la perdedora es 'No confíes en
nadie'. Algunas situaciones, sobre todo llegando al final, parecen una
autoparodia, provocando que el espectador empiece a romper el vínculo que había
conseguido crear con Nicole Kidman. Si algo bueno tiene el guión, además del
primer acto, es la presentación de nuevos personajes está planificada con
precisión, y eso se agradece.
La planificación de Rowan Joffé y la fotografía de Ben Davis, diseñadas para crear una
atmósfera opresiva e inquietante, cumplen su cometido a la perfección ya que es
lo que más se ha cuidado de la película. La música ayuda a reforzar esto con
una composición simple pero efectiva, haciéndonos sentir lo que siente la desorientada Christine.
Si te gustan los thrillers ligeros y las películas de
sobremesa de los domingos ésta es tu alternativa para '50 sombras de Grey'. Lo
mejor de 'No confíes en nadie' es el primer acto, y lo peor los últimos y
bochornosos minutos.
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