Tras 'Pagafantas' y 'No
controles', llega el turno de la tercera película como director de Borja
Cobeaga: 'Negociador', una película arriesgada sobre las negociaciones entre el
gobierno Vasco y ETA que tuvieron lugar en 2005 y 2006.
Después del éxito cosechado por
'Ocho apellidos vascos', el coguionista vuelve, una vez más, a la comedia. Con 'Negociador',
Borja Cobeaga ha decidido dar un paso y arriesgarse a la hora de escribir este
largometraje: ha intentado crear una comedia seria, intentando dejar de lado
los chistes facilones y buscando la risa del espectador mediante situaciones
más complejas. Se agrade este inmenso trabajo, pero he de decir que no le ha
salido del todo bien, ya que el momento más hilarante es, justamente, durante
un gag con chiste incluido. Esto da la sensación, al tratar un tema tan serio
como es una posible tregua de ETA, de que Cobeaga no tiene muy claro cuál es el
tono que quiere darle a su película. Esto y un desarrollo algo lento y errático
es lo que lastra esta obra que, por lo demás, está a la altura del resto de sus
películas. Los personajes, dentro de un marco muy reducido, están bien
construidos y son coherentes consigo mismos, haciendo que nos identifiquemos
con todos y cada uno de ellos.
Pero hay uno en particular, que
es el del protagonista, que consigue desde el segundo uno que queramos que
consiga conquistar su objetivo. Un tanto torpe, patoso y bonachón, el papel le
va a Ramón Barea como un traje hecho a medida. El actor dota al negociador de unos
matices muy ricos y le da vida de una manera que pocos actores podrían haberlo
hecho. El resto del reparto, con Josean Bengoetxea y Carlos Areces como
portavoces de la banda terrorista y Melina Matthews como traductora del
intermediario, están casi a la altura de Ramón Barea. Se agradece la presencia
de Carlos Areces, ya que hace que la obra de Borja Cobeaga parezca más la
comedia que debería haber sido.
'Negociador' no es una comedia como
tal, y al público objetivo del director y guionista le costará asimilarla, lo que supone un pequeño pinchazo en su carrera dentro del mundo
de la comedia en el panorama español. Nada que no se arregle con su próxima
película como guionista: 'Súper López'. Los que vayan al cine con la idea de
ver una comedia al uso, como cualquiera de sus otras películas u 'Ocho
apellidos vascos', saldrán de la sala decepcionados. Sin embargo, quien busque
una comedia más inteligente acabará más o menos satisfecho.
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