En un convento que se encargaba
de educar a niñas desfavorecidas del oeste de Francia, a finales del siglo XIX,
apareció un artesano humilde con su hija sobre su espalda. Quería dejarla allí
para que la educasen, pero habiendo nacido sorda, muda y ciega hacen que la
Madre Superiora decida que es imposible tratarla. Pero entonces la hermana
Marguerite tiene una revelación: ella es la elegida para ayudarla. Ésta es la
'Historia de Marie Heurtin', una historia basada en hechos reales llena de
sacrificio, coraje y lucha.
El primer punto positivo de la
película es que, estando ambientada en un convento, no intenta meter la
religión con calzador. Es ésta una historia de amor, lucha, coraje que conmoverá
a cualquier espectador que decida entrar en el mundo de Marie Heurtin.
Lo primero que llamará la
atención será la presentación de la vida en el convento: austera e inocente. El
retrato que hace el director Jean-Pierre Améris de las hermanas es sincero,
nada edulcorado. Muestra a las monjas como seres terrenales y trabajadoras
incansables. Pero la mejor presentación llega cuando aparece Marie Heurtin: nos
presenta al personaje a la vez que nos deja claro que tratar con ella no va a
ser fácil. A lo largo de la película el espectador irá entrando cada vez más en
el hermético mundo de Marie Heurtin, empatizando y sintiendo lo que ella
siente. Durante sus noventa y cinco minutos nos emocionaremos, nos reiremos y
querremos que la hermana Marguerite alcance esa ansiada meta personal.
Tatiana Vialle ha hecho un
trabajo excelente como directora de casting. Si a esto le sumamos que el
director y los actores han puesto toda la carne en el asador nos encontramos
con unas interpretaciones honestas y conmovedoras. Todo el reparto hace un
trabajo increíble, pero por encima de todos están Isabelle Carré y Ariana
Rivoire como la Hermana Marguerite y Marie Heurtin respectivamente. Tanto una
al meterse en el papel de una monja introvertida pero testaruda, como la otra
al enfrentarse al reto de interpretar a una niña ciega, sorda y muda dan una
lección de calidad interpretativa.
'La historia de Marie Heurtin' no
es una película sólo para gente a la que le guste el cine religioso, ya que,
quitando que está ambientada en un convento y algún momento puntual, es más
cine social que religioso. Una pequeña joya que dejará al espectador con una
sonrisa en los labios.
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