El gran
protagonista del segundo día de Nocturna ha sido el actor norteamericano Robert
Englund famoso por haber encarnado dos personajes que han tenido mucho calado
aquí, uno ha sido el famoso asesino de adolescentes Freddy Krueger y otro el
buen extraterrestre de V Willie. Robert recogió el premio de las manos de Luis
Rosales que estaba completamente emocionado porque era un momento muy especial
para él. El cine forma parte de su vida y las películas que hemos visto en ciertos
momentos dejan una huella. Freddie puede que sea una representación del malo
que acecha nuestras pesadillas pero de esa sensación de miedo y angustia
también puede salir algo positivo. Podemos disfrutar de historias con la
certeza de que en el cine estamos a salvo. Robert Englud también ha querido
dejar claro que no está retirado sino más bien todo lo contrario. Además de
haber visto su clásico (del que este año se cumple su trigésimo aniversario)
hemos visto varios de las últimas películas que ha protagonizado el año pasado
como The las showing o Fear clinic. Pero no es lo único que pasó en la segunda
jornada.
La primera
película que pudimos ver fue III de
Pavel Khaleev, una extraña historia que no entusiasmó demasiado. Se trata de la
historia de dos hermanas que ven como una plaga mata a su madre y una de ellas
acaba muy enferma. La otra acude a un sacerdote en busca de ayuda. Este se
sumerge en el subconsciente y en la mente de una de ellas para lograr acabar
con su mayor temor porque ahí es donde radica el mal que la está matando. Así
contado parece clara la historia pero tal y como se desarrolla no es así. El
lenguaje es confuso y la historia no se entiende demasiado. Es cierto que tiene
imágenes que impresionan y el reparto hace un gran trabajo, especialmente el
protagonista masculino pero el resultado final no me ha llegado a convencer del
todo. Sin duda, mucho mejor que el largometraje fue el corto que vimos antes, Aún hay tiempo de Albert Pintó en el
que se trata el tema de los viajes en el tiempo de una forma especial. Un chico
va a la tienda en donde trabaja su novia para intentar recuperarla pero al
pasar una de las puertas vuelve hacia atrás en el tiempo y tendrá que aprender
de las cosas que hace mal para cumplir todos los objetivos, salir del centro
comercial a salvo con su novia. Es divertido, original y muy bien hecho.
La segunda
película fue Dark was the night que
tiene en el nocturna su premier internacional. La historia nos lleva a un
pueblo de estados unidos en el que empiezan a suceder cosas inexplicables en el
bosque. Los animales tienen comportamientos extraños que hacen temer a los
ciudadanos de un peligro. Al que piden ayuda para que le solucione los
problemas es al sheriff que tiene también sus propias disputas con una esposa
que le pide el divorcio y con un hijo al que le gustaría ver más. Un monstruo
parece ser el origen de todo esto y hará todo lo posible para salvar a sus
seres queridos. La película está protagonizada por Kevin Durand que era uno de
los malos del carguero en las temporadas finales de Perdidos y el que mataba a
la hija de Benjamin Linus. El director nos mete en situación y vamos sintiendo
poco a poco la angustia y a conocer las verdaderas dimensiones del problema. Entre
momento de tensión y de susto el director cuela alguna pequeña broma que hace
que relaje la situación y no desentona con el todo sino más bien se agradece
que no sea todo intensidad. El final muy acertado que cierra (o no) una buena
película. El corto que le precedía es Bienvenidos
al fin del mundo. El corto de Manu Carbajo que comparte con la película que
protagonizó Simon Pegg en 2013 es una pequeña historia que sucede a falta de
unas horas para que suceda el apocalipsis, ese momento en el que la tierra
desaparece y con ella toda la vida. Es difícil no tener cierta extrañeza en
algo que junte a gente tan dispar como el director cántabro Vigalondo, al
youtuber J Pelirrojo o la artista disciplinar Jimina Sabadú. Me extrañaba que
esta ensalada con ingredientes tan extraños pudiera salir algo digerible y la
verdad es que el resultado me ha convencido. En el contexto del momento el
director nos presenta a tres personajes muy distintos que deciden pasar el fin
del todo cumpliendo de alguna manera el sueño más oculto que siempre han querido
realizar pero que nunca se han atrevido. En un momento como este las reglas y
las normas están de más. Se puede actuar libremente porque no hay el temor de
unas consecuencias, a no ser que seamos creyentes y pensamos que hay algún tipo
de vida después de la muerte. Me pasó una cosa curiosa y es que al ir a votar
para el premio del público perdí la papeleta de esta sesión y como no es plan
de pedir otra para que no hubiera sospechas de que pudiera votar dos veces
pensé que se iban a quedar sin una buena puntuación. Al día siguiente vi que
había un papel tirado en los cines y descubrí que era la papeleta de estas dos
pelis con lo que al final sí que va a contar mi opinión para que esta historia
tenga más posibilidades de llevarse el premio.
Para acabar el día
volvimos a ver, esta vez en pantalla grande y con su protagonista en la sala, Pesadilla en Elm Street. La película
supuso el debut en el cine de Johnny Deep. Vista hoy tiene momentos que nos
asombran, la joven que tiene 15 años se ve en un espejo y dice que se ve vieja
porque aparenta 20. Luego vemos como la madre aprovecha cualquier ocasión para
darle a la botella y lo más extraño es que a veces no sabemos de dónde saca el
whisky, simplemente aparece. También viéndola ahora nos damos cuenta de detalles
como las similitudes que hay entre esta película y la primera parte de Scream.
Hay muchas situaciones que se repiten prácticamente en ambas películas y hasta
cierto punto es normal. Scream es un homenaje a este tipo de cine y comparten
director.
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