¿Qué pasaría si para acabar la carrera tuvieses que matar a tu
profesor? ¿Y si fuese él mismo quien te lo pide y además, a cambio, te ofrece
el dinero que tanta falta te hace para terminar con unas deudas pendientes? En
esta tesitura se encontrá el protagonista de 'Asesinos inocentes', la primera
película de Gonzalo Bendala.
La historia empieza tranquila, presentando a los personajes
principales, hasta que una elipsis de dos años nos muestra la situación actual
de Francisco Garralda, el protagonista. Está a punto de perder su casa y no le
contratan en ningún sitio por faltarle una asignatura, así que va a hablar con
Espinosa, su profesor, para ver cómo puede subir la nota un punto, que es lo
que le falta para llegar al aprobado. A partir de la macabra proposición del
profesor la historia entrará en una espiral de sospechas y miedos en la que sus
amigos acabarán cayendo. Si algo bueno tiene 'Asesinos inocentes' es la forma
de dosificar la información, a cuentagotas y con un ritmo lento pero seguro.
Además está el factor moral de la decisión del protagonista, que se debate
entre sus necesidades y su conciencia. Lo malo… lo malo es que esa información
dosificada con cuentagotas y la parte moral dan igual al espectador por culpa
de un guión con muchas lagunas. La credibilidad es una de ellas, ya que nunca
llegamos a identificarnos del todo con Francisco Garralda y su disyuntiva. Esto
puede deberse a que el personaje no está del todo bien construido. Eso mismo le
pasa al profesor, que afirma que es incapaz de suicidarse y que prefiere que
uno de sus alumnos le asesine. Los secundarios están bien definidos, pero el
espectador no conseguirá crear un vínculo con ninguno de ellos. Además, a lo
largo de la película, las situaciones inverosímiles o involuntariamente cómicas
irán ganando terreno a la seriedad haciendo que acabemos desconcertados al no
saber cómo reaccionar a lo que estamos viendo en pantalla. Pese a todo se
agradece muchísimo el intento de J.M. Asensio y Gonzalo Bendala de traer a las
pantallas un thriller con una premisa distinta. Incluso hay algunas situaciones
en las que no podremos apartar los ojos en la pantalla debido a la tensión,
pero estos, por desgracia, son los menos. El problema está en que el guión, sin
duda, necesita un par de repasos más y podría haber quedado un producto
notable.
Técnicamente es una película cuidada, tanto el apartado visual como el
sonoro. La planificación es elegante, dando algunos momentos realmente efectivos. Sin embargo el casting
baja la nota general. No es que los actores estén mal, porque están correctos
la mayoría del tiempo. Lo que pasa es que son mayores, o aparentan más edad de
la que tienen, y no dan el pego como universitarios ninguno de ellos. De hecho
entre ellos hay saltos de hasta siete años, y se nota. La que mejor parada sale
es la gran Aura Garrido, ya que además de parecer estudiante, es la que más
destaca dentro de la película incluso no siendo ésta una de sus mejores
interpretaciones. También hay que destacar a Alvar Gordejuela, que clava su papel
de compañero repelente.
'Asesinos inocentes' es una apuesta arriesgada, pero de agradecer. Si
se hubiese dado un par de vueltas al guión y el casting hubiese sido menos
comercial probablemente estaríamos ante una película (y un director) que daría que hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario