Y pese a todo, después de mucho
luchar por sacar el proyecto adelante, se estrena 'Extinction', la nueva
película de Miguel Ángel Vivas, adaptación de la novela escrita por Juan de
Dios Garduño llamada 'Y pese a todo'. En el pueblo helado de Harmony viven dos adultos que no se hablan, la hija de uno de ellos y el perro del otro. Años después del comienzo del apocalipsis, y tras un tiempo de tranquilidad, empiezan a verse unos seres nada amistosos.
Todo empezó en 2010, cuando
publicaron la novela en la que se basa esta película. La leí a principios de
2011, y desde entonces llevo soñando con ver en el cine las aventuras de Peter,
Ketty, Patrick y Doggy. Incluso pensé en cómo la dirigiría si me dejasen.
Escuchar que iban a llevarla al cine bajo el nombre de 'Welcome to Harmony' me
produjo especial ilusión, ya que me parecía una novela muy interesante por el
factor humano. Y también por esos seres fascinantes que querían zamparse a los
protagonistas. Sin haber leído nada más sobre el proyecto que el cambio de
nombre y fecha de estreno ya que no quería alimentar mis ganas de verla con
tráilers, imágenes y demás, me dispuse a verla. El guión corre a cargo del
propio director y de Alberto Marini. El anterior trabajo del director,
'Secuestrados', me fascina, así que… ¿Qué puede ir mal? La escena que abre la
película es brutal, con una tensión que ya le gustaría a muchas películas del
mismo género. En este sentido me recuerda un poco a la secuencia inicial de '28
semanas después'. Misma tensión, misma brutalidad. Bien. Pero desde el punto de
vista de alguien que ha leído la novela ya empezaban a chirriar algunos
cambios. El cambio de personajes no fue lo que más llamó mi atención, sino el
cambio de zombis. ¿Dónde estaban los sádicos que hacían volar a la gente por
encima de los autobuses? Ésta era una de las cosas que más tenía ganas de ver
en el cine, y lo habían cambiado completamente. Por suerte, este cambio sólo
será malo para los que hayan leído la novela, ya que, como he dicho, este
cambio no tiene nada que envidiar al de '28 semanas después' ya que está
perfectamente medida la tensión y el terror. Después de esta escena veo el
segundo cambio importante: la elipsis desde el comienzo de todo es mucho más
larga en la película que en la novela. Esto provoca que nos preguntemos cómo
han podido aguantar tanto algunos alimentos, pero tampoco lastra la película en
exceso. El desarrollo del resto de la película, aunque algo lento, es
interesante ya que nos dan a conocer a los personajes. Quizá durante demasiado
tiempo, pero se agradece que estén tan bien dibujados. Lo malo es cuando todo
se estanca y parece no avanzar a pesar de los ataques de los zombis y los
diferentes giros que se producen al ir recibiendo información. Llega un momento
en el que se tiene la sensación de que no pasa nada. Por suerte acaba
enderezándose y la segunda mitad se hace de lo más amena. Pero claro, no puedo
evitar pensar en que habría sido mejor no introducir tantos cambios en la
novela, ya que la mayoría no mejoran el original, aunque la mayoría más que
cambios son piezas clave de la novela recolocadas con más o menos fortuna. El
personaje de Clara Lago, que es casi opuesto al de la novela, o los zombis en
sí. Aquí quedan como simples infectados con alguna mutación, pero en el libro
de Juan de Dios Garduño, con sus distintas mutaciones, su comportamiento y cada
uno de sus ataques, consiguen que pasemos un rato de miedo, incluso provocan
alguna pesadilla.
La dirección de Miguel Ángel
Vivas es sólida, aunque se echa en falta algo más de riesgo al venir de alguien
que dirigió su anterior película mediante once planos secuencia. El trabajo con
los actores es, sin duda, lo mejor de la película, a destacar el de la pequeña
Quinn McColgan. Matthew Fox casi está a la altura de la niña. Clara Lago
convence actuando en inglés, demostrando que sabe moverse perfectamente fuera
de la comedia. El que no acaba de encajar es Jeffrey Donovan, aunque no está
mal como padre de la pequeña Lu.
'Extinction' es, y pese a todo,
una película entretenida que hará que demos más de un bote en el cine, y que
algunos espectadores sueñen con esos zombis blanquecinos. Muy recomendable para
este caluroso verano. Pero los que, como yo, hayan leído la novela… Se sentirán
un poco decepcionados. Y es que ¿quién no quería ver a las gárgolas en acción,
el interior del psiquiátrico, o el capítulo de los autobuses y el bosque?
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