Los directores primerizos Jarrad
Paul y Andrew Mogel se alían con Jack Black para dar al público una comedia
llena de engaños, alcohol y con pretensiones de ahondar en los personajes.
Dan, interpretado por Jack Black,
es el típico pardillo al que nadie hacía caso en el instituto, y al que nadie hace
caso casi veinte años después. Junto a algunos compañeros, Dan organiza la
reunión del vigésimo aniversario de su graduación, y promete llevar a su amigo,
el chico popular y guapo al que todos idolatraban. Y en este punto comienza a
forjarse una cadena de mentiras, ya que nunca fueron amigos. 'The D Train' es,
en esencia, la hermana melliza de 'Un trabajo embarazoso', con Lindsay Lohan.
¿Cuál es la diferencia? Que 'The D Train' es la hermana pedante y, si cabe, más
aburrida. Lo que podría haber sido una comedia superior a 'Resacón en Las
Vegas' se queda en un despropósito. Muchas secuencias pretenden escandalizar al
espectador al tiempo que le saca una carcajada, pero no se consigue ninguna de
las dos cosas: el resultado es una ceja arqueada mientras se piensa en lo
innecesario de algunas acciones. He de admitir que en algunos momentos sí que
hay carcajada, pero desgraciadamente son escasos. Otro defecto es que el
protagonista no cae bien, por mucho que lo intentan. Dan es capaz de contar
mentiras sólo por alcanzar su objetivo, un objetivo bastante pobre. Eso sí, se
agradece el intento por parte de los directores y guionistas de intentar
dotarle de profundidad. Los secundarios, quitando a su "amigo" y al
jefe del protagonista, son bastante planos. Otro defecto es el desarrollo
irregular de la trama: parece que no avanza, a pesar de que sí lo hace. 'The D
Train' se hace pesada debido a la mezcla de los anteriores factores, y ni
siquiera el mensaje que da cala demasiado hondo. Es una pena, porque podría
haber sido una película notable.
Lo que más hay que destacar es,
sin duda, la dirección de algunos actores. James Marsden en el papel de actor
juerguista y vividor está tan creíble que en algunos momentos dudas si está
interpretando un papel o está haciendo de sí mismo. Jeffrey Tambor como el jefe
del protagonista también está destacable, y es, junto a Marsden, los que nos
sacarán alguna risa o carcajada. Jack Black, ya sea por el papel, por las
directrices recibidas o por sus limitaciones como actor, está plano y sin
gracia. La música de Andrew Dost, aunque extraña, llama la atención por lo bien
implantada que está con la historia. La fotografía está cuidada, al nivel de
este tipo de producciones.
En definitiva, 'The D Train' es
un buen intento de comedia, pero que se queda lejos de este género. Demasiado
drama para una comedia, y demasiada comedia para un drama. Si se hubiese escrito, rodado e interpretado con un poco más de mala baba habría sido una película
mucho más satisfactoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario