Cédric Jimenez nos trae 'Conexión Marsella', un thriller basado en
hechos reales que parece ser un grandísimo homenaje al cine americano.
'Conexión Marsella' y 'French Connection', de John Frankenheimer,
que tratan temas similares, están conectadas por el año: la primera ambientada
en 1975 y la segunda estrenada ese mismo años. Un muy buen punto de partida,
sin duda. En 'Conexión Marsella' veremos el enfrentamiento entre un nuevo juez
que llega dispuesto a limpiar la droga de las calles de la ciudad y el
cabecilla de la mafia dedicada a la producción y distribución de droga. Estamos
ante una película larga, pero que no aburre en ningún momento ya que no dejan
de pasar cosas. Durante el metraje el espectador seguirá las andanzas tanto del
héroe como del villano –y sus esbirros mediante pequeñas subtramas–, ambos
empeñados en salirse con la suya. Ambos personajes, muy bien dibujados por los
guionistas Cédric Jimenez y Audrey Diwan, usarán todas sus armas ya sea para
acabar con el imperio mafioso o para mantener su imperio intacto. La
personalidad del juez, imparable y justa, nos muestra al típico héroe que lucha
por el bien sin importar lo demás, incluso cuando es su familia la que está en
peligro. Esto sería muy típico, pero como el personaje está tan bien escrito
como interpretado se nos va la sensación de déjà
vu a los pocos minutos. Por suerte los guionistas han optado, como ya he
dicho antes, por introducir pequeñas subtramas que dan un soplo de aire fresco
a la película, evitando que, debido a su duración, acabemos aburriéndonos de
ver al juez y al mafioso jugando al gato y el ratón.
La realización de Cédric Jimenez es elegante, dando un empaque
visual potente con una dirección de fotografía notable. El ritmo de la
narración no decae en ningún momento, pero puede ser que al espextador, tras
dos horas, se le haga larga y desee que acabe. Destacable es la dirección de
actores, con un reparto entregado y muchísimo más que creíble. Todos y cada uno
de los secundarios están espléndidos, dando lo mejor de sí. Pero entonces llega
el turno de Jean Dujardin y su actuación mayúscula. Ya sea en su faceta de
padre o en la de juez justiciero, da una de sus mejores interpretaciones y es
sin duda lo mejor de la película. Gilles Lellouche no se queda atrás en su
interpretación del mafioso, y le da unos matices de humanidad al personaje muy
necesarios para no caer en la indiferencia. Juntos en la misma película hacen
que ésta gane enteros, sin duda.
'Conexión Marsella' es un muy buen thriller con un aire
estadounidense muy marcado, pero que le favorece enormemente. Lo mejor es ver a
ese actorazo llamado Jean Dujardin implicarse en la interpretación como si le
fuese la vida en ello.
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