Lara Izaguirre da el salto al
largometraje con 'Un otoño sin Berlín', una historia íntima que habla del
perdón y la aceptación con Irene Escolar como protagonista absoluta.
June, encarnada por Irene
Escolar, vuelve por sorpresa a España después de un tiempo viviendo fuera. Esto
provocará un pequeño terremoto en la vida de las personas que la rodeaban antes
de irse. Partiendo de esta premisa tan atractiva, Lara Izaguirre escribe una
película con una atmósfera triste y evocadora, nostálgica y encantadora. Vemos
en la guionista ganas de ir más allá y conmover al espectador, y a ratos lo
consigue, pero la mayoría de veces se queda a punto de emocionarnos. En parte
es debido a que no arriesga a la hora de contarnos las andanzas de June, y éste
es el mayor defecto de la película ya que hace que el resultado sea demasiado
cotidiano, con subtramas que aportan poco al conjunto o que no van a ninguna
parte. Lo de la cotidianeidad podría funcionar, y ha funcionado muchas veces
antes, pero le falta un poco de riesgo. Los personajes están trabajados pero,
al mismo tiempo, dan la sensación de no tener toda la coherencia interna que
necesitan en una película de este tipo. Sus decisiones y motivaciones no están
del todo claras y esto llega a confundir en algunos momentos.
La dirección de Lara Izaguirre
también es irregular. Los actores están, durante toda la película, notables,
pero la realización no es del todo comprensible. Abusa del recurso de cámara al
hombro, y en algunas secuencias el movimiento tembloroso de la cámara está
completamente fuera de lugar. Esto desmerece un poco el trabajo de iluminación
y etalonaje tan bonitos que hay en 'Un otoño sin Berlín'. Supongo que la
intención de la directora es darle un aire más indie a la película, pero no
llega a conseguirlo. Algo que llama la atención es el formato nada panorámico
en el que se exhibe la película, que consigue imágenes potentes visualmente.
Como decía, los actores están notables, pero hay dos que eclipsan al resto con
su presencia: Irene Escolar con su tremenda dulzura y Lier Quesada, un niño que
dará mucho que hablar. No me imagino a otra actriz interpretando a June, ni a
otro actor encarnando al joven Nico. Los dos son perfectos físicamente para el
papel, pero es que además hacen tan buen trabajo dando vida a sus personajes
que la línea entre actor y personaje se difumina hasta hacerse casi invisible.
Una pena la restricción de edad para el premio a Mejor Actor Revelación, porque
Lier Quesada tendría muchas posibilidades de ganarlo. También es destacable la
interpretación de Tamar Novas como el primer amor de June, una interpretación
llena de matices y con unas miradas memorables.
'Un otoño sin Berlín' es una
propuesta interesante pero que, sin embargo, se queda a medio camino de lo que
podría haber sido si Lara Izaguirre se hubiese atrevido a ir un paso más allá.
Aun así, es un muy buen debut y personalmente mantendré un ojo sobre esta joven
directora que promete traernos trabajos de lo más interesante en el futuro.
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