El año pasado se estrenaba Alma salvaje en la que la actriz Resse
Witherspoon realizaba un gran viaje recorriendo parte de Estados Unidos en una
ruta que le servía para conocerse a sí misma y para perdonarse los errores de
juventud. En esta película nos encontramos con un punto de partida similar en
la que dos hombres adultos deciden realizar una ruta de más de 3000 kilómetros
que los dejará fuera de casa al menos 6 meses. Aparte de ese inicio común las
películas no pueden ser más diferentes. Un paseo en el bosque es claramente una
comedia en la que un hombre busca nuevos retos en su vida en un momento en el
que ya le quedan pocas cosas por hacer. Robert Redford interpreta a un escritor
que después de vivir dos décadas en Inglaterra vuelve con su esposa a Estados
Unidos. Después de acudir al funeral de uno de sus amigos le surge la idea de
recorrer un camino pero sus condiciones físicas no son las mismas que cuando
era un joven así que hace falta un compañero de viaje; pero pocos son los que
estarían dispuestos a un reto como ese. El único loco que lo quiere como
acompañante es un viejo amigo al que da vida Nick Nolte. Su personaje sorprende
porque es el de alguien derrotado que ya cree que no va a hacer nada con su
vida, alguien derrotado que ve en este viaje una oportunidad de hacer algo. Es
alguien que parece que ya ha dado la batalla de la vida por vencida. La
transformación del actor es impresionante. La historia es una adaptación de la
novela en la que el autor cuenta su experiencia.
Básicamente lo que nos cuentan es lo que hacen durante el viaje y lo bien
que se lo pasan. Aunque ya personas con una edad buscan durante el tiempo que
están fuera de su casa recuperar el tiempo perdido y de alguna forma volver a un
tiempo mejor. El camino es largo y a lo largo de este se van encontrando con
una serie de personajes en los que tendrán encuentros más o menos breves, más o
menos intensos que nos harán pasar buenos momentos cómicos, como la joven a la
que todo le moleste pero que a su vez necesita de compañía para poder quejarse.
La elección de los dos actores protagonistas es acertada ya que ellos llevan
gran parte del peso de la historia. También hay que mencionar a una genial Emma
Thompson como la esposa del personaje protagonista. Es una película que tiene
el objetivo de entretenernos y de hacernos reír. Y la verdad es que lo
consigue. No es una película trascendente, pero no todas tienen porque serlo.
La presencia de los dos protagonistas ya compensa pasar por la taquilla.
El director de la película es Rick Kerb, un director que ha compaginado su
trabajo en películas como Uno para todas o Qué le pasa a los hombres con
episodios de series como Malcom, Urgencias o The Office.
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