Crítica: Cuando tienes 17 años de André Téchiné

André Téchiné nos trae, a sus setenta y tres años, su vigésimo segunda película. 'Cuando tienes 17 años' es una de las más juveniles de su filmografía, demostrando que el director y guionista además de estar en plena forma, comprende y retrata la adolescencia mejor que gente mucho más joven.

'Cuando tienes 17 años' habla sobre sentimientos durante la adolescencia: cómo éstos están a flor de piel, magnificados y mezclados de las formas más caprichosas. En la película veremos cómo Damien y Tom, con vidas muy diferentes ya sea por su situación económica, el sitio donde viven o la familia que tienen, comienzan a tratarse con hostilidad y violencia. A raíz de esto, sus vidas irán cambiado poco a poco. La construcción de los dos protagonistas es precisa, compleja y muy, muy rica en matices. Cada uno está tan bien definido que, incluso en las contradicciones propias del personaje, siguen siendo coherentes. De los secundarios se puede decir lo mismo con una pequeña excepción: la familia de Tom no está demasiado bien definida y lastra a Tom en algunos momentos, ya que es difícil entender por qué hace algunas cosas. Pero esto no importa demasiado porque pese a esto siguen siendo personajes complejos. La trama va avanzando de forma lenta pero segura, mostrando cada vez más sobre los personajes y convirtiendo la confusión e incertidumbre inicial en cariño hacia ellos. Los diálogos, con un subtexto potente, son una parte de las virtudes de la película. Pero si algo destaca son las acciones, muchas veces mucho más definitorias que lo que dicen los personajes. En algunos momentos las acciones, simplemente, dejarán noqueado al espectador en la butaca debido a la gran fuerza de las miradas o pequeños gestos de los personajes.

Y si el guión es una delicia, la realización y la dirección de actores no se quedan atrás. La planificación de André Téchiné, junto con la dirección de fotografía de Julien Hirsh, convierten a 'Cuando tienes 17 años' en una bestia visual sin necesidad de movimientos de cámara demasiado floridos. Los paisajes, rodados con una delicadeza y gusto excepcionales, se mostrarán en todo su esplendor siendo casi un personaje más y creando una atmósfera perfecta para cada escena. El otro aspecto de la dirección, la dirección de actores, también está al nivel del resto de la película. Kacey Mottet-Klein como Damien, adolescente impulsivo, hace aquí su mejor interpretación hasta la fecha gracias a una sensibilidad y entrega hacia el proyecto más allá de toda duda. Su compañero de reparto, Corentin Fila como Tom, el adolescente callado e introvertido, da en el clavo en cada fotograma. El resto de secundarios están estupendos, pero Sandrine Kiberlain en particular brilla en cada escena en la que aparece.

'Cuando tienes 17 años' es uno de los mejores dramas franceses del año, y como mínimo debería haber estado entre las candidatas a representar al Oscar al país.