sábado, 29 de abril de 2017

¿ Qué es ImproPicnic ?


Las tardes de los domingos suelen ser bastante aburridas y sin demasiadas propuestas, al menos hasta ahora. Desde hace unas semanas en el bar Picnic (Calle Minas 1) podemos participar de las noches de improvisación del grupo Improvisa Canalla. Normalmente los actores en su trabajo tienen la ayuda de un guión, un personaje, una acción y unas directrices. No es fácil improvisar, que de repente te planteen una situación y un personaje y tengas que desarrollar una historia. Se necesita mucha práctica y mucho trabajo previo. Resulta paradójico que para improvisar haya que trabajar y tener una preparación previa. El grupo se compone de 5 actores y un sexto ayudante que es un sombrero. Al principio del show son los espectadores los que van proponiendo títulos para las acciones, con lo que la calidad del espectáculo recae en parte en el público. Somos nosotros los que escribimos el guión que marca las historias y los temas que se van a tratar.



A través de varios juegos se van haciendo las diferentes acciones. Cada noche son las mismas reglas, pero cada noche el espectáculo es diferente. Nunca se repetirá con lo que podemos ir todos los domingos y siempre ver algo diferente. Son acciones rápidas, ágiles y divertidas en las que se busca en todo momento la complicidad con el espectador. Al ser un espacio bastante reducido, la parte baja del bar, es fácil crear una buena compenetración entre el actor y el público. Este en algún momento forma parte del espectáculo. Uno de los juegos sitúa a dos personas en los laterales. La acción comienza y cada uno de ellos tiene que acabar las frases de los actores que tiene enfrente y estos tienen que seguir la historia con toda naturalidad. La gracia del asunto es que las frases se terminan con situaciones absurdas o complicadas de justificar y que hacen que el actor o actriz se ponga en una situación comprometida. Durante algo más de una hora se van sucediendo las improvisaciones como si de un juego se tratara, nos muestra lo que nos interesa, lo que nos apetece ver, creando una relación entre el actor y el público rompiendo esa cuarta pared que hace que existan dos realidades, la del espectáculo y la de quien la observa. El teatro suele ser un espectáculo serio y aquí es todo más ligero y más irreverente. Mientras te tomas una copa o una cerveza puedes disfrutar de un buen espectáculo. Aunque no cobran entrada no hay que olvidarse llevar alguna moneda o algún billete para colaborar con los actores para que puedan seguir con el espectáculo. Muy recomendable. 

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