La madrileña Ana Asensio es una actriz que empezó en al año 2000 en la
serie juvenil Nada es para siempre y que ahora debuta como directora con Most
beautiful island. Además de dirigir es la autora del guion y la protagonista.
Para muchos Nueva York es una ciudad que conocemos sólo a través del cine, una
ciudad ideal en la que han sucedido las más hermosas historias que hemos visto
a través de una pantalla. Así era como el director sevillano Daniel Zarandienta
nos la enseñaba en su película Encontrados en NYC. Ana Asensio nos muestra una
ciudad difícil en la que sobrevivir cada día es un logro, trabajos precarios,
falta de dinero y de oportunidades y casi todo en contra. Luciana es una de
esas personas que luchan cada día. Apenas conocemos su pasado, intuimos que ha
pasado algo que la impide volver a su país y que la retiene en esa isla de
Manhattan. Lo que sí que conocemos es su presente, su batalla diaria y todo a
lo que tiene que enfrentarse. La película nos muestra todos esos problemas, esa
falta de recursos y un horizonte no demasiado esperanzador, pero rendirse no es
una opción. La historia tiene dos partes, todo lo que nos muestra es de alguna
forma un anticipo de lo que va a pasar después. Lo que podría ser una película
de drama social al estilo de Ken Loach pasa a algo terrorífico no porque hayan
extraterrestres, monstruos o algo sobrenatural sino porque, aunque excepcional
es algo que es verosímil y que podría suceder. Es el lado oscuro del sueño
americano, para que algunos triunfen y les vaya bien a otros les tienen que ir
mal. Most Beautifull Island es el retrato de este segundo grupo.
Ana Asensio cuenta que lo que le llevó a escribir esta historia fueron sus
propias experiencias. Cuando llegó a Nueva York tuvo que ir compaginando
diversos trabajos mientras veía como sus ahorros iban menguando hasta que llegó
un día en el que le ofrecieron un trabajo de apariencia inofensiva que luego
acabó siendo otra cosa. Esa visión de la inmigración es lo que ella ha vivido y
creo que esa veracidad se transmite perfectamente en la historia. Rodar con una
cámara de 16 mm le ha ayudado a dar cierta movilidad y crear una cierta
sensación de que lo que vemos sucede sin que haya un plan previo, como si
estuviéramos siendo unos espectadores privilegiados de la vida de la
protagonista. Que haya mezclado actores profesionales con personas que no se
dedican a la interpretación también ayuda a crear un ambiente de naturalismo. Esa
fue la forma en la que se hizo la película, los actores recibían unas pautas y
las escenas se rodaban en una toma única con momentos que se dejaban a la
improvisación. Que los actores no sean caras reconocibles hace que veamos al
personaje y no al actor. Que cuando les pasa algo malo suframos más con ellos
porque de alguna forma sentimos que lo que le pasa es real y no una historia
inventada y que ellos sólo lo fingen. Tanto Ana Asensio como Natasha Romanova
hacen un trabajo impresionante.
La película que ha tenido un gran éxito en EEUU en donde ha sido
galardonada con el gran premio del jurado en el South By Southwest (SXSW,
Austin) y recientemente nominada en los Oscars del cine
independiente, los Independent Spirit Awards. Ya hemos podido verla en
varios festivales aquí en España como el de Sitges o el Nocturna de Madrid.
Ahora se estrena en salas comerciales acompañada del corto The Fourth Kingdom
de Adán Aliaga y Àlex Lora, recién nominado al Goya.
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