Diez años después de Carne de Neón, su director Paco Cabezas y su protagonista Mario Casas vuelven a juntarse en Adiós. Este es un thriller que tiene como escenario Sevilla, pero una ciudad más oscura en donde la delincuencia está muy presente y en donde a la gente les cuesta muy duro la supervivencia. El personaje de Mario Casas es Juan, un padre de familia que sale de permiso para poder ir a la comunión de su hija. La historia empieza cuando después de la fiesta se produce un accidente y la hija de Juan muere. Lo que en un principio parece el choque fortuito de dos coches por la noche oculta un secreto que es lo que se intentará desvelar. La historia es la investigación de la muerte de la niña pero también es un viaje al dolor de uns padres que tiene que superar una perdida como esta. Por un lado está la investigación policial que lleva el personaje de Ruth Diaz y por otro lado el camino de la venganza que lidera Mario Casas.
Dentro de esa oscuridad y odio lo único bueno que había era la inocencia de esa niña que muere. La historia te atrapa porque es fácil empatizar con el dolor de alguien así. Es casi como ese mundo triste y lleno de odio y maldad que nos presentaba David Fincher en Seven. El inicio es potente, la muerte de una niña, pero el ritmo no baja en ningún momento. El director te coge y no te suelta hasta que termina la historia y ese final que es una mezcla de muchos sentimientos. Hay un alivio porque la historia tiene una resolución pero también un dolor y cierta desolación por todo lo que acontence en el medio. El trabajo de Mario Casas encanrnando a ese padre es impresionante, es uno de los grandes actores que tenemos en cine. También es cierto que ha tenido grandes papeles y buenos directores que lo han dirigido y el ha sabido aprovechar las oportunidades. Ha tenido grandes retos como en las películas de Alex de la iglesia o en películas de corte más juvenil en donde ha sabido evolucionar. Ya no sólo es esa cara bonita de series como El barco, Los hombres de paco o SMS. Este gallego criado en Barcelona se convierte en un auténtico sevillano. La réplica se la da Natalia de Molina y es otra de la bazas de la película. Ella construye un gran personaje, no sólo está sumido por el dolor de la pérdida de una hija sino que un secreto que tiene la está atormentando. Frente a ese mundo en el que vive tan oscuro es la que intenta buscar una salida. Aunque ellos dos son los que llevan casi toda la carga dramática de la historia no hay que olvidarse de personajes secundarios que hacen que la historia gane intensidad. Destacaría entre todos al personaje de Maria Santos que interpreta Mona Martinez. Si vemos su trabajo aquí y luego comparamos con lo que hace en la serie Vota Juan como Simona, la empleada rumana del protagonista parece que estemos con dos actrices totalmente distintas. El coraje de una madre que parece sacado de un drama de Lorca es desgarrador. Esa combinación de dolor y fuerza la convierten en alguien muy peligroso y en Adios lo da todo por su familia.
Es una gran película que supone la vuelta de su director a españa después de estar rodando varias de las mejores series de TV en Estados Unidos como American Gods, El alienista o Penny Dreadful.
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