Ya han pasado 14 años
desde la primera vez que vimos juntos en pantalla a Raúl Arévalo y Antonio de
la Torre. La película era Azuloscurocasinegro. En esta ocasión se trata de la
adaptación de la obra de teatro El Plan. A estos dos actores se les une Chema
del barco. El escenario de la historia es el piso de uno de los personajes en
el que se reúnen para llevar a cabo un plan. El peso dramático de la historia
lo llevan los tres personajes, tres hombres con edades distintas y con unos
planes de vida también muy distintos. Lo único que les une es que en un momento
trabajaron en la misma empresa y esta les echó y desde entonces no han
conseguido entrar de nuevo en el mercado laboral.
El primero en
presentarnos es Paco (Antonio de la Torre), un hombre de mediana edad con
problemas familiares. El hombre es tradicionalmente el que tiene que llevar la
familia pero él ha fracasado. Intenta recuperar el puesto que ha perdido en su
familia y que ahora ocupa su mujer. Es ella la que lleva el dinero a casa y él
quien tiene que quedarse jugando un rol para el que no está preparado. Es el
personaje dentro de la historia al que le falta el presente.
Ramón (Chema del barco)
es el mayor del grupo y es el personaje que más extraño resulta. Se ha quedado
anclado en el pasado cuando todavía era vigilante de seguridad. Su presente lo
vive de una forma errática. Su futuro es incierto.
Andrade (Raúl Arevalo) es
el más joven del grupo y que vive marcado por la ausencia de una madre que lo
abandonó a los ocho años. Es alguien al que le han arrebatado una parte de su
pasado y eso ha afectado a su presente. Su actitud es de despreocupación y una
falta de responsabilidad en lo que hace.
Son tres tipos de hombres
que, como dice su director, muestran tres formas de enfocar la masculinidad. El
cambio del rol de la mujer hace que el hombre también afecta a la forma en la
que las personas se relacionan. En un momento de crisis los cambios son
inevitables pero también resultan conflictivos. Adaptarse a una situación no
resulta fácil para todo el mundo y en esta historia se ve ese conflicto que no
es solo a nivel de binomio hombre y mujer. El capitalismo que busca el
beneficio empresarial a costa del esfuerzo del trabajador sin importarle la
situación de este. La forma en la que nos desarrollamos en el trabajo afecta a
la forma en la que vivimos.
La historia se desarrolla
poco a poco, se van dosificando la información dejando miguitas para que ese
final sorprenda pero que una vez analizado resulte coherente. El final es
impactante y los personajes viven con la misma intensidad y sorpresa que el
espectador que está viendo la historia. Me ha sorprendido y es una buena película
muy recomendable.
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